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sábado, abril 30, 2005 

Las Expectativas de la Ley de Moore

El mantenimiento de “un ritmo sincronizado” contribuye a mejorar la capacidad de ejecución de las empresas;

Hace ya casi 40 años que Gordon Moore, co-fundador de Intel, enunció la que ha sido, y probablemente todavía lo es, la más famosa predicción del mundo de las tecnologías de la información (TI). Moore dijo que el número de transistores que podía contener un solo chip de ordenador se doblaría cada 18 meses. Esta predicción implica un crecimiento similar en la potencia de procesamiento y la reducción correspondiente en los precios.

La ley de Moore no es una ley matemática ni física, ni siquiera lógica. No tiene una base tecnológica fuerte y su formulación es realmente complicada: existen un gran número de variables técnicas, de negocio, de mercado, etc., y grandes dependencias entre ellas.

Sin embargo, la predicción, convertida en la famosa Ley de Moore, se ha cumplido de forma precisa. Así, por ejemplo, en los últimos 30 años la densidad de transistores se ha duplicado cada 1,96 años.

Las implicaciones que ha tenido, y que sigue teniendo, la Ley de Moore en los sectores de las tecnologías de la información, de las telecomunicaciones, semiconductores, accesorios electrónicos, etc. han sido enormes... pero, sobre todo, ha sido clave en el desarrollo de Intel.

La importancia de seguir un ritmo sincronizado.

Todas las compañías cambian al ritmo que le imponen los acontecimientos externos: mercado, competencia, clientes, etc. Sin embargo, pocas son las que lo hacen de forma sincronizada, es decir, en función del tiempo y, por tanto de forma independiente a los acontecimientos externos.

La ley de Moore establece el ritmo de pulsaciones de Intel que, hoy, muchos años después sigue con la latencia provocada por la necesidad de desarrollar nuevos microprocesadores que dupliquen cada 2 años la densidad de transistores. Muchas de las operaciones de Intel proceden del ritmo impuesto por la ley de Moore; así, por ejemplo, en la actualidad la empresa abre una nueva fábrica cada 9 meses (cada nueva fábrica tiene un presupuesto de 2.000 millones de dólares); también, está invirtiendo $300 millones para, aprovechando la tecnología Wi-Fi, promocionar su microprocesador Centrino.

Además, Intel ha trasmitido el ritmo de funcionamiento marcado por la ley de Moore a muchas otras empresas: proveedores de accesorios, de software, a clientes y, en definitiva, gran parte del sector de semiconductores se ha movido al ritmo que marcaba Intel y su ley de Moore. La compañía supo aprovechar la predicción de su visionario y convertirse en una compañía líder que va creando el mercado en el que opera; por ejemplo construye las fábricas 2 años antes de necesitarlas.

Si bien la ley de Moore y el ritmo sincronizado que ha proyectado en Intel es un caso especialmente llamativo no es único. Gran parte de las empresas con un desempeño excelente aplican las ventajas de marcarse y ejecutar un ritmo sincronizado. Así, algunos casos bien conocidos son: Gillette y 3M.

Una parte del ritmo de operación de Gillette viene marcado por el siguiente hecho: el 40% de las ventas Gillette debe provenir de productos completamente nuevos cada 5 años. De manera similar, el 30% de las ventas de 3M debe provenir de productos con menos de cuatro años de antigüedad.

En definitiva, la aplicación de un ritmo sincronizado contrarresta la tendencia natural de las empresas a cambiar poco y tarde; así, cuando llega el momento, hay que “interrumpir” lo que se está haciendo para evaluar las acciones que están en marcha y ajustar la estrategia. En definitiva, la sincronización del ritmo ayuda a incrementar la capacidad de ejecución.

Es, además, evidente que si bien esta parte de la nota está orientada a las empresas, su aplicabilidad puede orientarse a los individuos y, especialmente, a los directivos y ejecutivos actuales que, en ciertas ocasiones comentan que no disponen del tiempo necesario para “pararse a reflexionar”.

La Teoría de las Expectativas.

En psicología y en lo que se refiere a su aplicación a la motivación de los individuos hay una conocida teoría llamada Teoría de las Expectativas. La madre que dice a su hijo: “!vas a ser un gran arquitecto!” o “este trimestre vas a sacar mejores notas que los demás” está, casi siempre de forma inconsciente, creando una cierta anticipación en el desenlace de los acontecimientos. Según la Teoría de las Expectativas este deseo de cumplimiento de los objetivos puede contribuir positivamente a su realización.

¿Pensaba Gordon Moore que la formulación de su famosa ley podría facilitar la creación de demanda en el sector y anticipar el crecimiento fulgurante de Intel?

No lo sabemos.

¿Ha servido como acicate para el desarrollo de la compañía? ¿Ha contribuido a hacer llegar a Intel a su situación actual?

Muy probablemente sí.

Las ventajas de utilizar un ritmo sincronizado son evidentes y, además, entre ellas podemos formular la contribución a anticipar el cumplimiento de los objetivos formulados. ¿Pero hasta cuando puede mantenerse un ritmo sincronizado? Está claro que para que pueda considerarse como “ritmo” la operativa ha de mantenerse durante un cierto tiempo mínimo; no se puede estar cambiando cada año... no tendría sentido. Por otro lado, si a la empresa le va bien con el ritmo actual, ¿por qué cambiarlo?

¿Por qué cambiar el ritmo seguido por Intel y marcado por la ley de Moore? La compañía tiene actualmente una facturación aproximada de 30 mil millones de euros; si continuara con el ritmo de crecimiento previsto, al cabo de unos cuantos años se llegarían a cifras absurdas como, por ejemplo, que la facturación de la compañía sería mayor que la de todo el sector. ¿Puede Intel seguir manteniendo el ritmo marcado por Moore?

Google rompe la ley de Moore

Las implicaciones de la ley de Moore en la industria de las Tecnologías de la Información han sido enormes. Hay una conocida regla que indica que nadie puede intentar hacer negocios en este sector desafiando a la ley de Moore y conseguir un éxito. A lo largo del tiempo ha habido varios intentos que han acabado siempre en fracasos: Trilogy, IBM, MicroUnity, etc.

Por estas razones ha llamado mucho la atención comprobar cómo Google ha decidido romper la tendencia de utilizar los micros más potentes y modernos, en este caso el Itanium de 64 bits. De esta manera, Google ha hecho una especie de declaración de independencia de la Ley de Moore. ¿Es el principio de su fin? ¿Comenzamos una nueva época post- Moore?

De momento, los datos del último trimestre (3er trimestre de 2003) dicen que las ventas mundiales de semiconductores han tenido un crecimiento trimestral del 14%:!sigue operativa la ley de Moore...!

Conclusiones

El hecho de que Google mantenga la decisión de no utilizar el micro y, por tanto contribuir a romper la ley de Moore es algo que veremos en los próximos meses y que, en caso de producirse, tendrá implicaciones importantes en el sector de IT.

Lo que es más importante y hoy estamos en condiciones de asegurar es que el mantenimiento de un ritmo sincronizado contribuye al desempeño excelente y eficaz en las empresas; entre las diversas ventajas de su aplicación está la posible contribución, de forma anticipada, al cumplimiento de los objetivos marcados (Teoría de las expectativas).

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Algunos enlaces interesantes:

 
Google



 
 

 

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