Las empresas más innovadoras también desaparecen. ¿Es el caso de Microsoft?
Leo un comentario de un analista de Jupiter Research que la situación por la que pasa Microsoft en estos momentos es similar a lo que ocurrió, hace solo unos años, con los mastodónticos mainframes: desaparecieron y fueron sustituidos por pequeños PC de sobremesa. El analista indica que las mastodónticas aplicaciones Office – Windows de Microsoft se verán sustituidas por las ligeras aplicacioncitas disponibles online, a través de Internet. Es interesante la reflexión. Llevamos oyendo hablar de los ASP (Application Service Providers) desde hace 10 años y parece que se han convertido en una realidad. Se trata de que el usuario, al conectarse a Internet, disponga de las aplicaciones que necesita de la misma forma que, cuando abre el grifo de su casa, dispone de agua o, cuando enchufa una lámpara, dispone de luz. Salesforce.com, la empresa californiana que ofrece servicios de CRM online, es una de las más nombradas. Google es otro de los modelos. ¿Qué pasa con Microsoft? Microsoft tiene una dualidad de difícil solución. Por un lado sabe que el futuro del software es online; por otra conoce muy bien que sus activos están en las aplicaciones de sobremesa. Y no solamente sabe que el futuro es online sino que lo pone en práctica. No olvidemos que Microsoft es una de las empresas más innovadoras del mundo. Es también la 5ª empresa que más invierte en I+D (5 veces más que las 20 primeras empresas españolas). Ahí tenemos su “Office Live”. Sin embargo parece que Microsoft, en todo lo que se refiere al desarrollo de aplicaciones online, está siguiendo una estrategia que ya en otras ocasiones le ha dado buenos resultados: seguir muy de cerca a las compañías que han dado los primeros pasos para, en el momento oportuno, y si es posible, “dar el gran salto”. Microsoft ha sido un gran “fast follower”, “me-too” (o “Fast Second” como ya comenté en este post). Si esta estrategia le da o no resultado en esta ocasión es algo que está por ver. Por de pronto tiene la dificultad que se plantea en “El Dilema del Innovador”: una gran compañía como Microsoft tiene unas “servidumbres” muy fuertes, y muy a corto plazo, con la cuenta de resultados. La rentabilidad de Microsoft, que es lo que buscan los accionistas, es muy buena y viene proporcionada por sus aplicaciones Windows – Office, no por sus “innovadoras aplicaciones online”. Por tanto es muy difícil que un mastodonte como Microsoft pueda reenfocar de forma importante su negocio hacia el mundo online; aunque invierta cantidades industriales de dinero o aún siendo una de las compañías más innovadoras del mundo. ¿Cuál es la consecuencia de esto? ¿Vale para algo invertir en innovación en una compañía grande? ¿Cuál es la solución de El Dilema del Innovador? Tim O’Really, reputado analista de los acontecimientos actuales en torno a las Tecnologías de la Información, hace una serie de comentarios interesantes sobre Microsoft, los cambios disruptivos y la centralización de las fuerzas: Just as the internet arose as an alternative to Microsoft's concentration of power, creating a whole new game, so too will new technologies route around whatever concentration of power happens as the internet matures. It's the nature of technology. We get bursts of innovation when barriers to entry are low; the innovators become the incumbents, and raise barriers to new innovation; eventually, the walls crumble not because of direct assault but because the innovation has moved elsewhere, where the barriers are lower, and that eventually takes the energy away from the old market. --------- I'm not suggesting that there isn't the possible of radical disruption to the current model. But I still believe that we're entering the centralization phase of the web, in which the big get bigger, and put up barriers to entry to the new guys. Already in Silicon Valley, the goal of most startups is to get acquired rather than to build standalone companies. It's a lot like what happened midway through the PC revolution. It doesn't mean the game is over. It does mean that it will need to move to new ground for radical disruption.